Cuándo empezamos un negocio estamos hipermotivados y muy atentos a todas las claves que hay que tener en cuenta para tener éxito.
Por eso leemos libros, asistimos a eventos, escuchamos podcast, tratamos de aprender de toda la gente que ya ha llegado al éxito para intentar imitarlos.
Queremos saber qué hay que hacer. Y eso está muy bien.
Pero yo hoy quiero que repasemos juntos lo que NO hay que hacer.
Porque tan importante como conocer las claves del éxito es conocer los errores que llevan al fracaso.
Así, te aseguras de no cometerlos tú.
Hoy te descubro los 4 errores más comunes que harán que tu negocio fracase.
No creas que estos 4 errores los cometen solo emprendedores que acaban de llegar al mundo empresarial, ni mucho menos.
Hay empresas más grandes y consolidadas que se descuidan y siguen cayendo en “errores de principiante”.
Los repasamos, para que no te pase a ti.
Error nº 1: no tener un sistema de captación de clientes
Eso es lo que yo llamo el “marketing de la fe”, es decir, sentarte detrás del mostrador (virtual) de tu negocio y esperar que entre cualquiera que pase por allí.
Si estás haciendo eso, hazte a la idea de que tu empresa ha empezado su cuenta atrás hacia el desastre.
Necesitas urgentemente implementar un sistema de captación, algo que permita convertir a perfectos desconocidos en clientes, porque si lo dejas al azar ya te digo yo que no vas a llegar muy lejos.
Hay varias maneras de empezar a poner en marcha la “máquina de captar clientes”.
Por un lado, crea una base de datos potente. Los datos de tus clientes son oro para ti.
Empieza por aquellas personas que ya te compran. Hay muchas empresas que ni siquiera tienen bien organizada esa información. Sistematiza los datos que ya tienes y, si te faltan, trata de conseguirlos, quizá ofreciendo a cambio algún descuento o promoción.
Luego, usa el marketing. Puedes utilizar técnicas inbound, menos agresivas, que hacen que el cliente recurra a ti.
Y también puedes lanzarte al outbound marketing, es decir, ir tú directamente a captar al cliente que te interesa.
Los clientes son el combustible de tu embudo de ventas. Sin ellos, tu negocio se muere.
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Pasamos al siguiente error. Atiende, que este es gordo:
Error nº 2: no delegar
Hay una cosa con la que no te puedes pelear: el día tiene 24 horas y la semana tiene 7 días.
Es lo que hay.
Así que por muy bien que te organices, por mucho que mejores tu productividad y le vayas ganando minutos al día… Hay un tope que no vas a poder superar.
Y además, no eres el hombre o la mujer-orquesta. Tú no puedes hacerlo todo. Y cuanto antes lo asumas, antes empezarás a prepararte para crecer de verdad.
¿Y cómo vas a hacerlo? Pues delegando tareas en otras personas.
Esto es muy fácil de decir, pero te aseguro que hay personas a las que les cuesta muchísimo. Supone un cambio de mentalidad importante porque es dejar determinados aspectos de tu empresa (o sea, tu criatura, a la que has visto nacer y crecer) en manos de “extraños”.
Y eso te puede dar muchísimo vértigo, pero… relájate.
Mentalízate de que si quieres que tu negocio crezca, necesitas un equipo en el que apoyarte.
No tiene que ser un equipo en nómina, si aún no estás en esa fase y no te lo puedes permitir. Pero sí un equipo de profesionales a los que puedas recurrir para que te echen una mano.
Esto es importantísimo por dos motivos. Uno, para que no te dejes la piel por el camino. Crear una empresa no tiene que costarte la salud. Si es así, algo estás haciendo mal.
Y dos, para crecer. Si te pasas el día en microtareas, o tareas de bajo rendimiento, no tienes tiempo para centrarte en la visión a largo plazo y crear el futuro de tu empresa.
Literalmente: estás perdiendo dinero.
Pensar también es una tarea, y esa la tienes que hacer tú. Así que prepara a un equipo con el que trabajes a gusto y tu empresa podrá pasar a la siguiente fase: escalar.
Error nº 3: no revisar las cuentas periódicamente
Ay, las cuentas. Esto es un poco básico pero te aseguro que la mitad de los negocios, incluso los grandes, no llevan un control de los números adecuado.
Saber cuánto tienes y cuánto debes es básico. Pero muchas empresas se limitan a tener dinero en el banco y creer que todo está bien.
Luego vienen los sustos. Un día no calculas bien los impuestos y de pronto ves que no hay suficiente para las nóminas. No lo has visto venir y la cara que se te queda es un poema.
Pues bien, la única manera de evitar que esto pase es que te hagas amigo de los números.
Y te lo digo yo, que soy de letras y los números no me hacen mucha gracia. Pero entendí hace tiempo que es necesario dedicarles cariñito si quieres crecer empresarialmente.
Quizá me has oído decir más veces que el dinero no es una percepción personal: no puedes decir “he ganado mucho” o “he perdido un poco”.
Necesitas datos. Necesitas saber con exactitud cuánto tienes y cuánto creces.
Números, no vaguedades.
De modo que acostúmbrate a la contabilidad. Sí, tú. No importa que la delegues y lo más tedioso lo haga otra persona. La revisión periódica de las cuentas de empresa debes hacerla tú personalmente.
Si quieres saber más de cómo plantear las cuentas de tu negocio, o de cómo crear una estrategia de marketing, o de cómo trabajar tu mentalidad para el éxito… es genial, porque ya sabes que en mi canal de Youtube publico un vídeo todas las semanas hablando de estos temas, así que yo de ti, me suscribía aquí. Y no olvides darle a la campana de notificaciones, que igual sale un vídeo nuevo y no te enteras.
Venga, vamos a ver ese último error que debes evitar:
Error nº 4: intentar vender a todo el mundo
Esto es algo que me encuentro muchísimas veces. El emprendedor que quiere abarcarlo todo porque es de la mentalidad de “cuanto más, mejor”.
Y cuando le pregunto a quién vende su producto me dice: “Pues, Judit, a todo el mundo. A quien me lo compre”.
Vamos a ver: no puedes pretender abarcar todo el mercado.
Eso no es ambición, sino falta de estrategia.
El marketing no funciona así, lanzando un producto al aire y que caiga donde tenga que caer.
Tienes que segmentar, que quiere decir seleccionar tu porción de tarta, tu trocito de mercado. Y definirlo muy bien.
De esa manera, podrás crear mensajes específicos y vender mucho a unos pocos, que ya te digo yo que es mejor que vender poco a un público demasiado amplio.
Por lo tanto, encuentra tu buyer persona, o tu cliente ideal. Crea un perfil que lo describa con detalle y familiarízate con él como si fuera tu amigo del alma: quién es, qué edad tiene, qué poder adquisitivo, qué le preocupa…
Cuáles son sus necesidades, sus problemas, sus hábitos… Qué espera de ti, de tu producto o de tu servicio.
Porque si sabes todo eso, puedes darle lo que necesita. Tener bien dibujado a tu público objetivo es la manera de empezar a multiplicar ventas.
Pues estos son los 4 errores que harán que tu negocio fracase, y en los que espero que ya no caigas después de ver este vídeo.
Así que haz un repaso, corrige lo que sea necesario y…
¡Muchos éxitos!