Vale, tienes una idea genial para montar una empresa. Lo tienes todo pensado y estás convencido de que va a ir bien pero… necesitas dinero para montarla.
Y si no lo tienes, ¿de dónde lo sacas?
Sea mucho o sea poco, lo primero que debes hacer es un cálculo realista de cuánto dinero necesitas para ponerte en marcha. Y a partir de ahí, buscar soluciones.
Pues hoy voy a darte unas cuantas ideas para financiar tu empresa. Algunas más modestas y otras más a lo grande, pero espero que te den alguna pista de por dónde tirar.
Hoy te cuento diez formas de conseguir dinero para tu emprendimiento.
ÍNDICE:
1 Recursos propios
La primera es la más obvia. Aunque doy por hecho que no tienes dinero propio, o el que tienes no te llega. Si no, no estarías viendo este vídeo.
No pasa nada, yo misma cuando empecé estaba sin un euro en el bolsillo. Así que me puse a trabajar por cuenta ajena los fines de semana para conseguir pagar los gastos de mi empresa. Porque si no tienes dinero, piensa que tienes otro recurso que también es muy valioso: tiempo.
Puede ser, por ejemplo, que hayas desarrollado una aplicación por la noche porque por el día trabajas en otro sitio. Eso también es una inversión, y es necesaria. Nadie te va a dar dinero por una idea, porque ideas tenemos todos, hace falta un compromiso y no hay mayor compromiso que que tú pongas tu propio dinero y tiempo y arriesgues por tu idea.
2 Las tres F
Esto es, friends, family and fools: amigos, familia y “locos”.
Es importante que hables con ellos antes de lanzarte a buscar financiación externa. ¿Por qué? Porque nadie va a dar dinero por ti si tú mismo, o tus allegados, no confían en lo que haces. Sobre todo en el caso de un inversor tipo business angel, que ahora mismo te explico lo que es, no te va a dar nada si ve que tú no te implicas. Necesitas transmitirle confianza y para eso tienes que mojarte tú primero, con tu capital o pidiéndoselo a tu entorno.
3 Crowdfunding
Ya sabes: se trata de financiarte consiguiendo pequeñas cantidades de dinero de mucha gente. Esto se hace online y hay varias plataformas que están especializadas en eso, como Kickstarter, Gofundme, Verkami… Algunas son temáticas -para startups, para proyectos solidarios, para mujeres empresarias…- y otras más generales, así que busca la que más encaje con tu proyecto.
Ten en cuenta que, aunque sea poco, nadie pone su dinero por nada: vas a tener que crear un sistema de recompensas que resulte atractivo, como tener acceso a tu producto antes que nadie, personalizarlo, etc.
Ahí también es interesante tirar de amigos al principio, porque son los que pueden poner un poco de dinero para empezar, y también porque te van a compartir en redes y pueden darle a tu proyecto un empujón de visibilidad.
4 Vete al banco
Esto es lo primero que piensa mucha gente, pero tienes que tener en cuenta dos cosas: una, los intereses, que suelen ser altos y dos, que los préstamos no se los dan a todo el mundo.
Es decir, no vayas al banco a contarles que tienes una idea genial porque directamente van a pasar de ti.
Además, ten cuidado, porque cuando pides dinero al banco respondes con tu capital propio. Vamos, que si la empresa no va bien al banco le da igual: el dinero lo tienes que devolver sí o sí. O quizá cuentes con un aval, y entonces metes en un problema a otra persona. Esto hay que pensarlo mucho y, francamente, creo que hay opciones mejores antes que pedirle el dinero a un banco.
5 Microcréditos.
A veces no necesitas una gran cantidad de dinero, sino simplemente un empujón. Cosas como comprar una furgoneta, si eres repartidor, o acondicionar un local pequeño para abrir tu tienda. Aquí no te van a prestar cien mil euros, porque eso no es micro, pero sí esa pequeña cantidad que necesitas para ponerte en marcha.
Para eso funcionan bien los microcréditos. Antes los daban los bancos o las Cajas de Ahorros, pero con la crisis dejaron de hacerlo, así que en los últimos tiempos han surgido pequeñas financieras que se dedican a esto, con vocación social.
Este es un punto básico, no lo confundas con los créditos rápidos de empresas tipo Cofidis o Creditea, que tienen unos intereses brutales.
Para optar a un microcrédito tienes que tener un plan de empresa bien montado, muchas de estas microfinancieras te echan una mano para elaborarlo, y tienen un servicio de acompañamiento para cuando te pongas en marcha. Es decir, no les interesa tanto el dinero -que sí- como que tu proyecto funcione y sea solvente.
Si quieres saber más sobre ese tema, puedes ver la entrevista que le hice al fundador de Oportunitas, la primera banca de microcréditos española, donde te lo explica más en profundidad.
6 Ayudas públicas
Pueden ser del estado, autonómicas, municipales… muchas administraciones dan ayudas o subvenciones al emprendimiento, incluso a fondo perdido. Los requisitos suelen ser bastante exigentes, pero si los cumples, es una tontería que dejes pasar esta oportunidad.
Desgraciadamente, cuando yo emprendí estábamos en plena crisis y no me dieron ni un euro, pero ahora conozco casos de gente que sí las está recibiendo.
Lo mejor que puedes hacer es preguntar. Siempre hay algún sitio en tu pueblo o en tu ciudad, alguna oficina de promoción económica, donde pueden informarte y darte una lista de posibles ayudas.
7 Concursos
Cada año hay un montón de convocatorias para emprendedores y startups que presentan su proyecto a concurso. Las convocan normalmente los bancos o grandes empresas que tienen fundaciones sin ánimo de lucro. ¿Cuál es la gracia? Pues que si ganas el premio suele ser el capital para empezar, y además arrancas con el sello de la organización, que siempre va a dar más confianza a otros inversores o a tus potenciales clientes.
Si no ganas, pues no ha pasado nada. Así que no pierdes nada: googlea un poco a ver qué concursos hay por ahí y preséntate.
8 Los Business angels
Un business angel es un inversor privado que aporta financiación a nuevos proyectos. Pero no solo eso, sino que acompaña y pone su conocimiento para que la empresa triunfe lo más rápido posible.
Si quieres encontrar a uno puedes buscarlo por internet, probablemente en Linkedin. Pero su hábitat natural está en una incubadora o aceleradora de startups.
Ten en cuenta que los business angels suelen ser un poco “tiburones”. No están ahí porque les haya encantado tu idea, sino porque le ven posibilidades económicas, y te van a imponer unas condiciones duras. De hecho, su interés es sacar un rendimiento rápido. Normalmente el objetivo es vender en cinco años, sacando un beneficio que usarán para volver a invertir en otra startup.
Para ellos es una inversión fría, no le tienen a tu empresa tanto cariño como tú. Así que si tu intención es jubilarte en tu empresa, quizá esta no sea la mejor opción para ti, porque igual en cinco años venden… y tú te quedas fuera.
9 Venture capital
Este sería el paso siguiente a los business angels. Porque como te digo, un business angel quiere exprimir tu empresa muy rápido y venderla en cuanto pueda, con beneficios. ¿Y quién la compra? Pues una empresa de venture capital o capital riesgo.
Estas empresas no suelen poner dinero en una empresa incipiente, que está en fase de desarrollo. Alguna vez pasa, pero no es lo normal.
Igual que los business angels, son grupos que invierten en diferentes proyectos, van a imponer sus condiciones y no se van a a implicar tanto como tú. Pueden funcionar si lo que buscas con tu proyecto es pasta, igual que ellos: un empujón para conseguir beneficios. Pero si tu idea tiene un componente emocional para ti, puedes pasarlo muy mal con este tipo de socios.
10 Usa la preventa
Si lo que vas a hacer es sacar un producto nuevo al mercado, puedes hacer una preventa. Es decir, lo vendes, normalmente online, te pagan por adelantado y con ese dinero pagas la fabricación.
Para que esto funcione tienes que tener un producto exclusivo y de gama alta.
Por ejemplo, los móviles One Plus usaron esta técnica para lanzar sus productos, y no les ha ido nada mal. Esto es importante, porque nadie te va a dar dinero y luego esperar meses a tener el producto, salvo que le interese mucho lo que ofreces.
Si es demasiado, siempre puedes optar porque te paguen una reserva, en vez del precio entero. Con eso ya puedes fabricar y en cuanto entregues el producto ya consigues el beneficio.
Una preventa es genial para financiarse, y además es una excelente forma de validar el producto. Es decir, de saber si realmente hay un interés por parte del mercado en lo que tú ofreces. Si eres capaz de hacer que paguen por algo que aún no tienen en las manos, es que has acertado.
Y hasta aquí estos diez modos de conseguir financiación para tu proyecto. ¿Conoces algún otro modo? Cuéntamelo en los comentarios. Y si quieres saber cómo yo misma he conseguido una empresa rentable, que duplica su facturación cada año, puedes apuntarte a este webinar gratuito
La semana que viene no estaré sola, sino que tengo a una persona invitada. Ya sabes que todos los meses intento traer a alguien al canal relacionado con el mundo de la empresa. No te digo quién es, tendrás que esperar unos días para saberlo.
Si quieres enterarte antes que nadie, te recomiendo que te apuntes a mi canal de YouTube y así te llega la notificación cada vez que suba un vídeo nuevo.
Muchos éxitos.