¿Te gustaría ser rico? ¿Muy rico? ¿Tan rico como los personajes de los Cuentos de las Mil y una Noches?
A lo mejor no es muy práctico ni muy realista tampoco vivir en esos palacios orientales rodeado de oro y piedras preciosas.
Digamos que hoy en día eso sería como tener una cuenta con muchos dígitos en el banco y una buena cantidad de dinero invertido para permitirte vivir con la libertad que deseas.
¿Y cómo llegas a eso? ¿La suerte? ¿La lotería? ¿Se lo pides al genio de la lámpara maravillosa?
Pues no, olvídate de lámparas maravillosas. Para ser rico hay que tener básicamente dos cosas: un método y disciplina para seguirlo.
La disciplina la tienes que poner tú, me temo… pero el método te lo cuento yo ahora.
Hoy voy a hablarte de un clásico de los libros de educación financiera, tan clásico que la primera edición es del año 1926. Te invito a que leas hasta el final del post, porque no solo te voy a hacer un resumen sino que te voy a decir cómo puedes ganar un ejemplar digital de este libro.
Hoy toca resumen de libro: El hombre más rico de Babilonia, de George. S. Clason.
¿Por qué antes las historias importantes se contaban como si fueran fábulas? Seguramente porque era una forma sencilla de explicar conceptos con mucho fondo, para que todo el mundo los comprendiese bien y los incorporase a su vida.
Lo hicieron los griegos y los romanos, y funcionó. Entonces ¿por qué no iba a seguir funcionando en el siglo XX para explicar fundamentos de educación financiera?
Seguramente eso debió pensar George Samuel Clason cuando decidió que iba a escribir sobre finanzas personales de una forma sencilla, para que llegase a muchas personas.
Clason nació en Luisiana, Missouri, en 1874. Fue un hombre de negocios de éxito. Fundó la Clason Map Company y, una curiosidad: publicó el primer atlas de caminos de EE.UU.
Escribió una serie de cuentos con consejos financieros y pistas para llegar al éxito. Eran panfletos sueltos que los bancos y aseguradoras distribuían entre sus clientes, con la idea de inculcarles buenos hábitos a la hora de llevar sus finanzas.
Clason defendía que existen unos principios financieros que son universales y constantes. No cambian con el tiempo. Y si se aplican, conducen al progreso financiero, lo mismo hoy que hace 6000 años.
En 1926 se recopilaron todas estas parábolas bajo el título de la más conocida, El hombre más rico de Babilonia, una fábula que utilizó para explicar cuáles son esos principios financieros que llevan a la riqueza.
¿Y por qué Babilonia? Pues porque era una ciudad muy rica, posiblemente la más rica de aquel tiempo.
Y porque los babilonios tenían cultura financiera. Se dice que fueron los inventores del dinero como medio de cambio, y también usaban los pagarés y los títulos escritos de propiedad. Tenían fama de comerciantes diestros y curtidos en las finanzas de aquel tiempo.
El protagonista es Arkad, el hombre más rico de Babilonia, conocido por su enorme fortuna y también por su generosidad.
Sus amigos de juventud alaban la suerte que ha tenido en la vida para llegar a ser tan rico, mientras que ellos siguen trabajando para sobrevivir. Arkad les responde que su fortuna no tiene nada que ver con la suerte, sino con aplicar correctamente las leyes de la riqueza.
Y luego les cuenta cuáles son, o lo que es lo mismo, qué 7 escalones tienen que subir para llegar al Templo de la Riqueza.
Vamos a verlos:
1. Empieza a llenar tu bolsa
O sea, empieza a ahorrar. Aparta todos los meses al menos el 10% de tu salario. Si no eres capaz de llegar a fin de mes con ese 90% restante, plantéate que quizá estás viviendo por encima de tus posibilidades y debas ajustar.
Esto el autor lo explica con el ejemplo de poner 10 huevos en una cesta y consumir solo 9, porque como te dije es una fábula. Pero la idea está clara: gasta menos de lo que ganas. Reserva una parte y ahorra.
- Controla los gastos
Si piensas que lo que ganas no te alcanza, revisa bien en qué gastas el dinero y empieza a reducir o eliminar.
Yo no te voy a pedir, como el protagonista, que grabes sobre arcilla cada cosa en la que gastas dinero, pero sí que las anotes y que pienses cuántas puedes eliminar.
Veamos el punto número
- Haz que el oro fructifique
Aquí parece que el autor nos pide que hagamos magia ¿no? Esa magia tiene una palabra: inversión. Inversión inteligente para multiplicar tus ahorros y que a largo plazo lo que era un grano de arena se convierta en montaña.
De inversión y de educación financiera he hablado ya muchísimo en este canal, y no voy a dejar de hacerlo. Tengo ya unos cuantos temas preparados para ayudarte a crear esa mentalidad necesaria para que tu dinero deje de ser un problema, y empiece a ser un aliado para conseguir lo que quieres.
Continuamos con los pasos para alcanzar la riqueza.
- Protege tus tesoros
Arkad, el protagonista, te dirá que agarres con firmeza la bolsa del oro para preservarla de pérdidas. Pero ¿qué pasa si quieres invertir para tener ganancias mayores? Puedes perder capital, ¿no?
Claro, eso puede suceder, por eso la recomendación es que estudies bien todos los peligros que acechan a tu dinero para que puedas estar prevenido y evitarlos.
Invierte solo en aquello que te da seguridad, que te aporta intereses y que te permite retirar el dinero cuando tú quieras.
Seguimos subiendo la escalera de la riqueza, y estamos en el escalón número
- Haz de tu morada una inversión provechosa
Es decir sé propietario de tu casa en cuanto puedas, porque reducirás muchísimo el coste de la vida y tendrás más dinero disponible tanto para invertir como para tu propio disfrute, que también es importante.
- Asegura ingresos para el futuro
O sea, que te prepares para mantener tu nivel de vida cuanto dejes de trabajar. El mejor consejo para lograrlo es comenzar lo antes posible, claro, porque ganarás tiempo. De esa manera también aseguras el bienestar de tu familia en el caso de que a ti te ocurra algo.
Último escalón:
- Aumenta tu habilidad para ganar dinero
Tienes que desear ganar más (parece una tontería, pero mucha gente ni se lo plantea). Y una vez que ese deseo está, y fuerte, entonces es cuando empiezas a dar los pasos para conseguirlo.
Para eso te va a hacer falta una cosa: sabiduría. O dicho de una manera un poquito más actual: formación. La formación te dará herramientas para alcanzar tu objetivo.
Relacionado con esto, quiero invitarte a una formación gratuita en la que te cuento cómo yo misma he multiplicado mis resultados empresariales. Si estás dispuesto a trabajar duro por tu empresa o, como dice este libro, quieres ganar más, con este empujón puedes conseguir grandes resultados.
Pues todo esto y más cosas, que al fin y al cabo esto es un resumen, es lo que Arkad les cuenta a sus amigos, convertidos en sus alumnos, que quieren aprender el camino hacia la riqueza.
Y al final añade algo que es muy importante: hay abundancia para todos.
Así que no pienses que tú vas a quedarte fuera. La abundancia no es una tarta para repartir, de modo que cuando se acaba el último trozo el que llega después se queda sin nada.
Hay suficiente para todo el mundo. No llegas tarde. Solo sigue paso a paso las indicaciones de El hombre más rico de Babilonia.
En el libro hay más fábulas interesantes y por eso te recomiendo que lo leas. ¿Quieres conocer las cinco leyes del oro? ¿Qué le ocurrió al prestamista de Babilonia? ¿O qué tienes que hacer para que te favorezca la Diosa de la Buena Suerte?
Pues ya sabes, consigue El hombre más rico de Babilonia y disfruta la lectura.
Con eso puedo ayudarte. Te dije al principio del vídeo que iba a sortear un ejemplar digital, ¿quieres llevártelo tú?
Pues es muy fácil: Suscríbete a mi canal de Youtube haciendo click aquí y luego activa la campana de notificaciones.
¿Ya lo has hecho? ¡Bien! Pues ahora déjame un comentario debajo del vídeo de Youtube y cuéntame si de verdad quieres ser la persona más rica de Babilonia (o, mejor, de tu ciudad) y qué estás haciendo para conseguirlo. Comparte tus estrategias con nosotros y aprendemos todos.
Anunciaremos al ganador o ganadora la semana que viene, aquí mismo y en mi canal de Instagram.
Y hasta aquí el resumen del libro de esta semana. Anota bien estos 7 pasos para llegar a la riqueza y empieza a moverte ¡ya!
Muchos éxitos