En mi blog te he hablado un montón de veces de lo importante que es el foco. Es decir: centrar todos tus esfuerzos en una meta concreta, y no dejar que nada te mueva de ahí.
Vale, pero esto está genial a nivel teórico. A la hora de la verdad, tenemos veinticinco mil cosas que hacer y hay días que se te pasan y no sabes ni lo que has hecho a lo largo de este.
Además, tan importante como tenerlo es saber hacia dónde tienes que dirigirlo, y de eso justo vamos a hablar hoy.
Hoy te traigo un resumen del libro Lo único, de Gary Keller. Quédate hasta el final, porque además de contarte de qué va, te explico cómo ganar un ejemplar. ¡Vamos allá!
The one thing, en castellano traducido como Lo único, es un libro de Gary Keller que muchos empresarios tienen como lectura de cabecera. Y te puedo asegurar que es por algo. Si consigues poner en práctica lo que dice, te va a cambiar la vida de forma radical.
Vamos a ver de qué trata…
1- El efecto dominó
No hace falta que te explique lo que es esto: tiras una ficha, y esta tira otra, otra y otra. Sin embargo, lo que Keller nos explica es que en realidad cada ficha multiplica su fuerza con la caída, de modo que podría tirar una pieza hasta un 50% más grande.
¿Y a dónde nos lleva esta metáfora? Pues a pensar que una pequeña acción puede conseguir grandes cosas. Apunta a metas ambiciosas y luego identifica esa primera ficha que tienes que mover: eso es Lo único.
Imagina por ejemplo que ahorras todos los meses algo. Veinte euros, cincuenta euros, no hace falta que sea una gran cantidad. Y pones a trabajar ese dinero para que te rente. Con el tiempo puedes lograr una cantidad considerable. Es más o menos lo que te expliqué en este post que publiqué hace unas semanas sobre cómo hacer que tu dinero se multiplique.
Y no solo hablamos de dinero. Imagina que todos los días dedicas media hora a formarte sobre un tema. Todos los días, sin saltarte ni uno. Pues en algún momento te vas a dar cuenta de que eres un súper experto en esa cosa concreta. Y media hora al día tampoco parece una barbaridad. Vamos, que no es una meta irrealizable.
2 – Dedícate a una sola cosa
Sigo con el ejemplo de estudiar. Si tú dedicas media hora al día a formarte, pero vas picoteando entre un montón de temas, al final sabrás mucho de nada. Pero si te centras, puedes conseguir grandes resultados.
Es como si quieres ganar una maratón pero de repente te pones a entrenar salto con pértiga. O si quieres aprender a tocar la guitarra pero te compras un piano. Pues salvo que seas Mozart, no te va a ir muy bien.
Aquí volvemos al meollo del libro: the one thing, esa única cosa en la que tienes que poner todos tus esfuerzos.
3 No todas las tareas son iguales
En el libro Keller se dedica a desmontar determinados mitos, y este es uno de los más importantes.
Muchas veces se nos acumulan las tareas porque las hacemos según aparecen, y pensamos que todas tienen la misma importancia. Y no, ni de coña.
Aquí se aplica el Principio de Pareto: en realidad, el 80% de tus resultados deriva del 20% de tus acciones
Vale, ¿pero esto a mí de qué me sirve? Pues vamos a aplicarlo muy fácilmente. Haz una lista, con papel y boli, de las tareas más habituales en tu negocio. Desde contestar emails hasta buscar nuevos clientes, lo que sea, todo. Y empieza a dividir esas tareas por orden de importancia, las que aportan mucho a tu negocio y las que no, aunque tengas que hacerlas. Pues empieza a seleccionar las más importantes, las que realmente aportan valor, y construye tu lista de tareas de éxito.
Es decir, de todas esas tareas, quédate con ese 20% que realmente te aporta algo y te acerca a tu meta. Si aún así te salen muchas, podemos ponernos radicales y reducirlo todo a una sola tarea, la que nos dice el título del libro: lo único.
Piensa ¿qué es lo que podrías hacer hoy para que todo lo demás fuera más fácil o innecesario? Si tienes la respuesta a esa pregunta, ya sabes lo que te toca.
4 No a la multitarea.
Vale que vamos todos estresadísimos y entonces intentamos aprovechar mucho el tiempo y hacer muchas cosas a la vez. Pero la cruda realidad es que nuestro cerebro no está diseñado para la multitarea. Si hacemos muchas cosas a la vez, no nos va a salir bien ninguna, y además vamos a dedicarle más tiempo del que nos gustaría.
No es como el chiste aquel de uno que era tan tonto que no podría ver la tele y mascar chicle a la vez, pero sí es cierto que si estás haciendo algo importante, es fundamental que le dediques toda tu atención. Lo más sencillo es que organices franjas de tiempo, en las que solo haya un objetivo. Y nada que te distraiga.
Escoge una tarea compleja, divídela en subtareas y empieza por la primera. Esa primera ficha del dominó que va a mover a las demás.
5 La disciplina es tu amiga
A base de repetir una y otra vez la misma acción consigues crear un hábito. Intentemos que sea un hábito positivo, claro.
Y esta repetición, sobre todo al principio, requiere disciplina. Se dice que para convertir una acción en una hábito hacen falta 21 días, pero Keller no es tan optimista y calcula que necesitas al menos 66 días para que esa costumbre esté totalmente asentado.
Piénsalo fríamente, son poco más de dos meses, pasan muy rápido, tampoco es para tanto. Y a medida que pase el tiempo, te resultará más y más fácil.
6 Nuestra fuerza de voluntad no siempre está ahí.
Todos sabemos que hay momentos en los que flaqueamos, y además tú conoces los tuyos. Ya sabes, por ejemplo aquello de ¿eres búho o alondra? Si sabes que a primera hora de la mañana tienes más energía y puedes concentrarte mejor, no te pongas a revisar redes sociales o a contestar emails. Deja esas tareas para más adelante, cuando estés más cansado, porque eso no te requiere tanto esfuerzo.
No puedes estar siempre a tope. Eso no es un fallo, sino una realidad, si cuentas con ello te irá mucho mejor.
7 Las grandes metas no son compatibles con todo lo demás
Todos queremos tener un trabajo de éxito, una vida familiar estupenda, salir con los amigos, tiempo para hacer deporte… Pero la realidad es que cuando tienes una meta muy muy fuerte, se va a comer gran parte de tu tiempo y tu energía.
La idea es que tus metas vayan cambiando. Si no, puedes convertirte en un workaholic, un adicto al trabajo, y en los casos más bestias esa gente no tiene vida. Y tú quieres tener vida. Y yo, vamos, y todos supongo.
Así que, aunque no vas a poder dedicarle a otras cosas todo el tiempo que quieras, intenta que el tiempo que te queda lo aproveches al máximo. Igual no te puedes tirar dos horas en el gimnasio, pero sí puedes salir a correr media horita.
Y sobre todo, ponte metas intensas y acotadas en el tiempo. Entonces cuando tengas ese logro profesional, puedes centrarte en recuperar tu tiempo personal. Lo ideal es que sea como una balanza, que se incline a un lado y otro alternativamente.
8 Conseguir un gran éxito no es malo
El miedo al éxito no es ninguna tontería. He visto a muchos empresarios paralizados por esto, porque creen que no están preparados, que van a tener más responsabilidades y menos tiempo, que el precio quizá sea demasiado alto.
Aquí el secreto está en retomar esa lista de éxito que hemos hablado antes y centrarte en las actividades que aporten más valor. El resto, lo delegas o lo automatizas.
Es la forma de conseguir metas cada vez más ambiciosas, sin bloquearte por el camino. Al menos, así lo veo yo y no me va tan mal. Si quieres saber cómo funciona mi empresa, cómo he conseguido doblar la facturación cada año durante los últimos cinco años, te invito a que te apuntes a un training gratuito donde te explico mi sistema.
La gente que triunfa desarrolla un instinto brutal para focalizar, y distinguir lo importante de lo urgente. Esto, como ves, es algo que se entrena.
Y además, ten en cuenta que esta fórmula te vale para todo, no solo para tu empresa. Piensa lo que quieres conseguir en todos los ámbitos de tu vida: tu salud, tu vida personal, tus relaciones, tu economía… y hazte la pregunta del millón. ¿Qué es lo mejor que puedo hacer ahora para que todo lo demás me resulte más fácil o se vuelva innecesario?
Como te he dicho al empezar el vídeo, tengo un ejemplar de Lo único para regalar, y para conseguirlo solo tienes que hacer dos cosas.
Primero, suscríbete a mi canal de YouTube, y no olvides activar la campanita de notificaciones para que te avise siempre que haya material nuevo.
Y segundo, respóndeme a esa pregunta: Te leo en los comentarios.
La semana que viene anunciaremos al ganador, aquí y en un story de Instagram. Si aún no me tienes localizada en esa red social, puedes ver mi cuenta aquí.
En el próximo vídeo te voy a hablar de YouTube Ads. Es un canal que usamos cada vez más en la agencia, y hemos aprendido cosas muy interesantes. No te preocupes, no me voy a poner muy técnica sino que voy a intentar explicártelo de forma comprensible, como siempre hago. Te puedo adelantar que estamos sacándole mucho partido, y que te voy a contar trucos bastante novedosos.
Yo de ti no me lo perdería…
Muchos éxitos.