,

Los secretos de la mente millonaria [Resumen libro]

Los secretos de la mente millonaria

¿Crees que el dinero da la felicidad?

Supongo que la respuesta es que no… pero que en cierto modo ayuda a conseguirla.

Entonces, ¿crees que si fueras rico tu vida sería mucho mejor?

Todo depende de tu mente y de tu programación para conseguir dinero.

Muchas veces nos boicoteamos a nosotros mismos a la hora de conseguir esa riqueza.

O, si la conseguimos, no sabemos gestionarla.

Ahí tienes el típico caso del que gana el gordo de la lotería y en pocos años está en la ruina porque se lo ha gastado todo.

Por eso hoy voy a hablarte de un libro que tiene mucho que ver con la mentalidad emprendedora, y sobre todo con la forma de pensar que diferencia a las personas que tienen dinero, de las que no.

¿En qué grupo quieres estar tú?

Hoy vamos a ver el resumen de Los secretos de la mente millonaria, de Harv Eker.

 

 

T. Harv Eker, el autor de Los secretos de la mente millonaria, es un canadiense que nació en el seno de una familia de inmigrantes europeos muy pobre.

Empezó a trabajar prácticamente desde niño para salir adelante y ya entonces decidió que quería ser rico y salir de esa situación.

Efectivamente, tras una vida de altibajos económicos, hoy Harv Eker es rico. Y nadie puede decir que la suya es una riqueza heredada.

¿La riqueza es una cuestión de voluntad o de programación mental?

Lo primero que tienes que saber es que este no es un libro de economía, aunque su temática principal sea el dinero. Es más bien un libro de crecimiento personal, que busca hacernos conscientes de cómo nuestra mente nos condiciona, e influye para que alcancemos el éxito y la riqueza… o no.

De hecho, tan seguro está Eker de que hay mentes programadas para ser pobres y otras para ser ricas, que asegura que ganar mucho dinero no te saca de ser pobre.

Él mismo pudo comprobarlo cuando, tras varios intentos fracasados, consiguió triunfar con un negocio y ser rico… para arruinarse al poco tiempo.

¿Por qué? Porque no tenía la mentalidad adecuada y no supo gestionar ese dinero.

Pero para poder entender todo esto mejor, vayamos por partes.

Eker asegura que todos tenemos interiorizado un patrón personal del dinero que es el que va a determinar que seamos pobres o ricos.

¿Y cómo se crea ese patrón? Pues básicamente a través de tres factores:

3 factores que crean el patrón personal del dinero

 

1 Influencias de la infancia.

Con influencias de la infancia, el autor se refiere, principalmente, a la gente que nos rodea de niños, pero sobre todo a nuestros padres.

Influye muchísimo lo que nos dicen: ¿cuántas veces has oído frases como “soy pobre pero honrado” o “ganar dinero conlleva mucho esfuerzo y sacrificio”?

También nos marca lo que escuchamos decir, aunque sea indirectamente: ¿cuántas veces has escuchado a tus padres lamentarse por el dinero? ¿Quejarse de su sueldo, o de no poder permitirse ciertos caprichos?

Y sobretodo nos quedamos con lo que vemos hacer: ¿cómo reaccionaban tus padres ante alguien rico? Los pobres han crecido desde niños con la idea de que el dinero o la gente rica esconden algo malo: “a saber lo que ha hecho para conseguirlo”, “seguro que no lo ha ganado honradamente”, “a quién habrá pisado para llegar ahí”, etc.

Todo eso se queda en tu cabeza, y determina la forma en la que respondes ante el dinero.

 

2 Entorno general de la época.

Esto es lógico, porque no es lo mismo criarse en un ambiente de bonanza económica que en uno de hambre y miseria. Como hemos visto, lo que vives de pequeño te marca.

 

3 Incidentes concretos.

Por ejemplo, que en tu familia se rompiese un matrimonio porque uno de los dos se buscó una nueva pareja que tenía dinero. Ese tipo de cosas quedan en la historia familiar. Y ,en vez de buscar la causa en un problema emocional o culpar a esa persona, se culpa al dinero.

Que no digo yo que no haya tenido que ver, habría que estudiar el caso, pero probablemente no fuera lo único…

En definitiva, nos han inculcado unas ideas muy negativas y limitantes del dinero, y esto está impidiendo que pensemos como ricos.

 

Los secretos de la mente millonaria es un libro que pretende enseñarnos a cambiar esa forma de pensar para… bueno, pues para tener una mente millonaria. Tener la mentalidad adecuada es el primer paso para tener dinero de verdad en el banco.

 5 consejos básicos para tener una mentalidad millonaria

 

1 Ajusta tu termostato.

Eker afirma que todos tenemos un termostato financiero, según el patrón del dinero que nos hayamos formado en la niñez.

En los ricos, ese termostato está ajustado en millones. En los pobres, el termostato está ajustado en conseguir la libertad económica que anhelamos.

Esto hace en la práctica nunca sobrepasemos un nivel determinado de riqueza, sin que pesen tanto otros factores. El ejemplo de la lotería que hablábamos antes: un 70% de las personas que ganan un premio gordo lo pierden todo a los pocos años.

Da igual que ganes mucho, si no tienes la mentalidad adecuada el propio dinero te va a generar malestar. En el caso de la lotería, es gente que gasta tontamente hasta sentirse cómoda volviendo al nivel de su termostato.

La situación ha cambiado, pero su mentalidad no. Al final han ganado la partida sus creencias limitantes.

 

2 Deja de quejarte.

Según Eker, cuando los ricos tienen un problema buscan solucionarlo.

Los pobres, sin embargo, culpan a los demás o a causas externas y en vez de ponerle solución. Se quejan. Y las quejas atraen cosas malas.

Eker insiste en que hay que tomarse la vida como un juego, y jugar siempre para ganar.

 

3 Pide que te paguen por tu trabajo, no por tu tiempo.

Otra cosa que diferencia una mente rica de una mente pobre es la manera en que considera que debe remunerarse su trabajo. Para un pobre, ganar más dinero equivale a trabajar más horas. Para un rico, lo que debe pagarse es la productividad, el valor que aporta ese trabajo.

¿Cuál de los dos crees que va a ganar más? Desde luego, cualquier empresario que busque el éxito debe centrarse en aportar valor, porque eso le va a permitir subir las tarifas, ya sea de sus productos o servicios.

Es algo que yo misma trabajo mucho con mis clientes, con formaciones como mi webinar gratuito al que te puedes apuntarte aquí  donde voy a enseñarte qué haces mal gestionando tu tiempo para no conseguir éxito, entre otras estrategias que han hecho que mi empresa doble su facturación cada año. 

 

4 Véndete a ti mismo.

Los pobres no se sienten cómodos con la idea de venderse. De alguna manera, les incomoda darse ese valor. Sin embargo, los ricos se venden sin problemas: creen en sí mismos y creen que haciéndolo pueden aportar algo que, además, ayudará a otra gente.

 

5 Entiende que no es mejor dar que recibir.

Esto es algo que nos han dicho siempre. Normal que cuando nos dan algo o tenemos suerte, algo en nuestro interior nos haga sentirnos mal, como si no lo mereciéramos.

Sin embargo, no puedes esperar que la vida te dé cosas buenas si no te sientes cómodo aceptándolas.

Además, Eker te lo plantea así: si dar es bueno, no puede ser malo recibir. ¡No tendría ningún sentido! Para que pase una de esas cosas, tiene que darse la otra también…

 

¿Qué te parece? ¿Te has visto identificado en alguna de estas creencias limitantes? ¿Crees que tienes mentalidad de rico o de pobre? Y sobretodo, ¿en cuál de estos consejos crees que deberías trabajar para tener una mente millonaria?

¡Cuéntamelo en los comentarios, que ya sabes que me gusta que haya debate!

La semana que viene, más. Como siempre, aquí estaré con contenido interesante para hacer que tu proyecto empresarial crezca: ideas, inspiración, trucos, recursos… Si echas de menos algún tema, ya sabes, pónmelo también en los comentarios.

¡Muchos éxitos!

5 comentarios
  1. Diana
    Diana Dice:

    Hola, Estoy trabajando con una compañia de multinivel y mi problema es que no tengo mucha lista de contacto y cuando invito la gente dice que va ir (entusiasmada) y despues no van. No puedo atraer gente a mi negocio. Y no quiero renunciar.

    Responder
  2. maria
    maria Dice:

    Judit, como estas?
    Con mi socia estamos desarrollando cremas 100% naturales, sin parabenos y sin testear en animales.
    Todas están hechas con elementos naturales.
    Ej,: Colágeno, aceite de argan,de jojoba, malva, avena, ácidos de diferentes tipos y vitaminas.
    Nuestra propuesta es tener cremas base y luego cremas especiales para cada mujer según su tipo de piei y lo que quiere mejorar, ej: flacidez en cuello y escote.
    Nuestro sistema de venta son 2.
    Hacemos reuniones de 4 personas para indicarles bien que deben usar y tenemos las cremas base en comercios de productos orgánicos y clínicas.
    Nos hemos presentado a un concurso y nos dicen que no tiene innovación.
    Como podemos darnos cuenta, en que estamos fallando?
    Desde ya muchas gracias por la respuesta.
    Saludos cordiales,
    María Alvarez

    Responder
  3. Fabian
    Fabian Dice:

    Interesante. Incluso llega ser algo filosófico.

    Pero una cosa es lo que uno puede llegar a creer y lo otro es las decisiones que se toman día a para que se cumpla el objetivo. Esto sería algo así como el punto de partida.

    Responder

Dejar un comentario

¿Quieres unirte a la conversación?
Siéntete libre de contribuir!

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *