Seguro que has escuchado alguna vez que es más fácil conservar a un cliente que conseguir uno nuevo. Solo que la mayoría se enfoca en conseguir clientes nuevos en vez de hacer negocio con los que ya tiene.
Por eso en marketing insistimos mucho en la experiencia de usuario y en diferentes formas de fidelizar al cliente, y que este te compre de forma recurrente.
O, simplemente, para que se acuerde de ti y vuelva siempre que te necesite.
Porque ya sabes: quien tiene un cliente, tiene un tesoro.
Hoy te voy a hablar de LTV, Life time value, es decir, el valor real a lo largo del tiempo que tiene ese cliente para ti.
LTV es Life Time Value, el valor que tiene ese cliente durante su “tiempo de vida”. Nos referimos a su vida como cliente, claro, tampoco es que nos vayamos a cargar a nadie.
Cómo calcular el LTV o Life time Value
Hay varias formas de calcular el LTV, pero lo primero que tienes que saber es que esto va un poco a ojo. Porque la cruda realidad es que no sabes cuánto tiempo te va a durar ese cliente. Ni cuánto ni cuándo te va a comprar. Pero sí te puedes hacer una idea.
Así que una buena fórmula sería:
LTV= gasto medio que hace ese cliente X recurrencia de compra X vida del cliente.
Te pongo un ejemplo: esas jarras de agua con filtro que tiene mucha gente en casa. Date cuenta de que no solo tienes que comprar la jarra, sino que hay que cambiar el filtro cada mes, así que tienes un cliente que va a ir a tu web a comprar consumibles, pongamos cada tres meses.
Lo que cuesta la jarra le sumas el precio de los filtros x tres meses x pongamos cinco años, que es lo que dura la jarra. Esa cifra es el LTV de tu cliente.
Te digo que es un cálculo aproximado, porque entran en juego muchas variables: igual estira el filtro un poco más de lo recomendable, o encuentra una oferta en otro sitio… pero seguro que te haces una idea.
Pues esto vale para cualquier producto o servicios, porque es tu trabajo idear la forma de que ese cliente vuelva a comprarte. Puedes ofrecerle un servicio adicional, o una mejora de lo que ya ha comprado, o simplemente un repuesto de lo que adquirió hace tiempo… lo que se te ocurra.
Si calculas bien el LTV te darás cuenta de lo mucho que vale ese cliente para ti. Y te tomarás muy en serio mantenerlo.
Hasta aquí el Diccionario de Marketing de hoy. Recuerda que todas las semanas explico un nuevo concepto, desde los más básicos hasta los más avanzados. ¡Así que no te pierdas el próximo!
Puedes repasar en el diccionario de marketing, todo lo que ya hemos tratado en esta sección. Seguro que hay alguna cosa que no sabías.
Y recuerda suscribirte aquí a mi canal de YouTube, porque no está solo el Diccionario de Marketing, sino vídeos nuevos cada semana con contenidos de valor para tu empresa. Ya sabes: ¡esto no para nunca!
Muchos éxitos.