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Coaching o mentoring: ¿Qué necesitas?

Coaching empresarial vs mentoring

¿Quieres poner en marcha tu proyecto empresarial?

¿O a lo mejor ya lo tienes pero quieres hacerlo crecer?

¿Necesitas una visión más amplia para dar un salto adelante?

Sea cual sea tu caso, muchos de nosotros hemos necesitado o vamos a necesitar el asesoramiento de otra persona.

Yo lo hice en su momento. Hace un tiempo sentí que mi proyecto tocaba techo y yo sola no era capaz de hacerlo crecer como quería. Así que recurrí a una persona que me ayudó a tener una visión más clara de lo que estaba haciendo mal y, sobre todo, de cómo arreglarlo.

En este post te voy a hablar de qué es el coaching y qué es el mentoring. Dos palabras que puede que te suenen muy parecidas pero que para nada son lo mismo.

¿Coaching o mentoring? Vas a escuchar estos conceptos un montón de veces en el mundo empresarial y casi siempre mal utilizados.

De hecho, después de ver este vídeo te darás cuenta de que a veces se usan indistintamente, pensando que da igual una cosa o la otra.

Pero no da igual, y es importante que sepas por qué, sobre todo si estás pensando en contratar uno de estos dos servicios.

Para que logres tus objetivos tienes que elegir bien. Si no, puede que tengas una mala experiencia, o resulte frustrante, o… que no ocurra nada, ni para bien ni para mal.

Voy a explicarte cuáles son las 5 diferencias más importantes entre coaching y mentoring.

5 diferencias entre coaching y mentoring

1 Objetivos

Es el punto fundamental: ¿qué quieres conseguir?

Si lo que necesitas es enfocarte, aclarar tus ideas

Si tienes muchas cosas rondando en la cabeza pero no eres capaz de darles forma o de poner prioridades

Si necesitas potenciar determinadas cualidades o habilidades, como por ejemplo mejorar tu capacidad de comunicación…

Entonces creo que un coach podría ayudarte.

En cambio si tienes un problema concreto con tu proyecto de empresa, si tu negocio se ha estancado, si no consigues resultados y no sabes qué estás haciendo mal, si necesitas un impulso y no sabes por dónde tirar… posiblemente un mentor sea la solución.

Sigue leyendo este post y entenderás los porqués de ambas cosas.

2 Formación

¿Un coach debe tener formación en coaching? Bueno, quizá esto sea algo polémico. Aquí hay variedad de opiniones.

Así como para ser médico hay que estudiar medicina, o para ser abogado hay que estudiar derecho, la verdad es que no hay unos estudios mínimos exigibles para ser coach.

Sin embargo existe formación. Hay cursos, hay másters (algunos bastante caros)… pero también hay excelentes coaches que no han hecho nada de esto y son profesionales como la copa de un pino, porque han aprendido las claves de su trabajo a base de ayudar a otros y obtener resultados.

Lamentablemente es un terreno en el que existe  bastante intrusismo. Hay quien ofrece un servicio de coaching profesional y lo que hace es escucharte con atención y preguntarte cuatro cosas. Y la verdad, eso no te va a servir para nada. El coaching es una labor mucho más compleja que eso.

Un coach te hará muchas preguntas. ¿Crees que se le ocurren sobre la marcha, que las improvisa? No, aunque a lo mejor no te dé esa impresión, las sesiones tienen una estructura y unas pautas para que realmente te sirvan y te lleven a donde necesitas llegar.

Si tu coach no es un buen profesional lo más probable es que te quedes como estabas. O peor, porque habrás pagado un dineral por unas sesiones inútiles.

Un mentor, en cambio, no necesariamente tiene que tener formación como tal. ¿Que la tiene? Pues genial, mucho mejor. Pero si no la tiene te da un poco igual. Lo que te interesa de un mentor es que sea un profesional reconocido en su campo, con una buena trayectoria y recorrido profesional.

Es decir: si hablamos de emprendimiento (que es el tema que nos interesa), tiene que ser una persona que sepa cómo se crea una empresa, qué dificultades te vas a encontrar, qué puedes hacer cuando te estancas.

Y no solo lo positivo. Tu mentor se habrá enfrentado al fracaso de proyectos, a la frustración de no poder sacar adelante una idea o a una reinvención cuando no han salido las cosas como pensaba.

Tendrá trucos que solo saben los que están curtidos porque se lo han tenido que currar mucho antes que tú. Y eso  es oro puro para los que empiezan.

El mentor pone a tu disposición su conocimiento para que tú puedas recorrer el mismo camino. Y si puede ser, que lo hagas mejor, más rápido y esquivando algunos errores.

3 Experiencia

Cuando acudes a un coach tienes que tener en cuenta que no necesariamente va a tener experiencia personal en los temas que va a tratar.

Y me explico: si eres emprendedor y necesitas asesoramiento acudirás a un servicio de coaching empresarial, es decir: que tu coach estará capacitado para hacer su labor especialmente en ese campo y no en otro. Porque también hay coaching educativo, nutricional, deportivo, de pareja… y una docena más de campos que podría añadir.

A lo que me refiero con “experiencia” es que tu coach posiblemente nunca haya creado una empresa, o quizá sí lo ha hecho pero no es condición imprescindible para que pueda ayudarte. Lo que sí tiene son conocimientos que te van a resultar útiles.

En cambio, un mentor se ha recorrido el camino. Un mentor ha pasado por los mismos obstáculos que tú le vas a plantear y te explicará cómo los ha superado.

4 Método

El coach se va a sentar contigo, o mejor, frente a ti, y te va a ayudar a reflexionar. ¿Te va a dar consejos? No. ¿Soluciones a tu problema? No. ¿Te va a decir si tus decisiones son buenas o malas, si es mejor que digas blanco o que digas negro? Tampoco. ¿Te va a enseñar cosas nuevas? Pues… tampoco.

Y te estarás preguntando ¿qué narices hace entonces un coach?

Te va a hacer preguntas para que tú mismo te respondas. Establecerá contigo una relación de confianza para que seas tú el que encuentre las mejores soluciones y tomes las decisiones que mejor te parezca.

Esto, que dicho así parece muy fácil, no lo es. Y si no, piensa en cuántas veces has estado tú solo dándole vueltas a un asunto y has acabado hecho un lío.

A veces necesitas que te ayuden a pensar y a organizar tus ideas.

El coach te acompaña en el camino. El mentor, en cambio, te lo marca. Como por su experiencia ya ha pasado por lo que tú le cuentas, es una especie de “líder” al que puedes seguir.

El mentor, en resumen, te ofrece soluciones a lo que le planteas. Esta relación sí se basa en la transmisión de conocimiento. Tu mentor sabe, tú no. Por eso acudes a él.

5 Relación

La relación que estableces con un coach o con un mentor es bastante diferente. ¿Por qué? Pues porque como te he explicado son dinámicas de trabajo diferentes y por lo tanto los vínculos también.

Por eso muchas veces con un mentor se establece una relación menos formal y con un ingrediente que en ocasiones agradecemos todos: la empatía.

Porque cuando tienes un problema gordo te encanta encontrar a alguien que te diga “pues cuando a mí me pasó eso mismo, lo que hice fue…” De pronto parece que no estás solo en el mundo, que tu problema no es tan raro y que hay solución. Lo valioso del mentoring es precisamente eso, la aportación personal.

El coach, en cambio, te da esa visión más fría que tanto necesitas. Es decir, que no se implica en tu problema, sino que lo analiza “desde fuera” y te ayuda a hacer lo mismo para tomar decisiones.

Por supuesto, la persona que elijas como mentor o coach influirá en la relación que generéis, pero una tiende a ser más cercana que la otra.

¿Qué te parece, lo ves más claro? Como ves no es que una opción sea mejor que la otra: simplemente son diferentes.

Lo que sí es muy importante es que la persona que escojas para ayudarte sea profesional y te genere confianza, porque sin eso no vas a poder avanzar.

Y ahora te estarás preguntando… ¿Tú qué eres Judit? Sin duda alguna soy mentora. nunca he estudiado nada relacionado con el coaching pero si conoces mi historia sabrás que he pasado por un largo recorrido empresarial y ahora mi misión es ayudar a tantos negocios como sea posible a tener más facturación, más beneficios y a ser más felices, para ello les enseño la misma metodología que yo he usado y por la cual hoy en día tengo el negocio de mis sueños.

Si quieres saber más sobre esta metodología te invito a que te inscribas a mi formación online gratuita “Los 3 secretos que han hecho que doble la facturación de mi empresa cada año consecutivamente desde hace 5 años”. Haz click aquí y reserva tu asiento, son limitados así que yo me daría prisa porque lo que te cuento en la formación no solo ha cambiado mi vida sino el de miles de personas.

Y hasta aquí el post de hoy. La semana que viene saca la libreta de estudiar, porque te voy a dar mis cinco libros favoritos que todo emprendedor debería leer. ¡Vamos a ver cuántos conoces o si soy capaz de descubrirte alguno nuevo!

Para no perdértelo, recuerda que puedes suscribirte a mi canal de YouTube y así te aviso cada vez que haya contenido nuevo.

Gracias por quedarte hasta el final de este post, nos vemos la semana que viene. Hasta entonces, ¡muchos éxitos!

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