,

Cómo agregar valor a tus servicios o productos

Agregar valor

A veces es complicado vender cuando la competencia ofrece exactamente lo mismo que tú. Ahí tienes dos posibilidades: puedes competir bajando el precio, algo que no te recomiendo salvo que tengas muy controlados los costes y sepas seguro que te resulta rentable.

O si esto no te convence hay una segunda solución, que es la buena:  añadir valor a tu producto o servicioEs lo que te va a permitir tener más ventas, clientes más fieles y, por qué no, subir precios.

No te asustes ni empieces a echar cuentas todavía: hay muchas formas de agregar valor a lo que ofreces, y no todas cuestan dinero. En este vídeo te voy a contar algunas que te pueden ayudar a mejorar.

Hoy te voy a dar 10 ideas para agregar valor a tus productos o servicios y dejar de bajar tus precios.

 

10 ideas para agregar valor a tus productos o servicios y dejar de bajar tus precios

 

1 Sé mejor que los demás

Empezamos fuerte, pero esta es la mejor manera de añadir ese “algo más” a lo que ofreces

Quizá tu producto o servicio no es lo más novedoso del mercado, pero si tú lo haces mejor que nadie, la competencia va a quedar por debajo de ti. 

Para eso, intenta siempre saber qué es lo que quieren tus clientes y dáselo. Haz un seguimiento, pregúntales su opinión una vez te hayan comprado, estudia los comentarios que hacen en redes sociales para saber si echan algo de menos… Y por supuesto, vigila lo que hace la competencia y busca cómo se puede hacer mejor. 

Obsesiónate con ser excelente y tendrás mucho ganado. 

 

2 Cuida tu marca personal

Ya tengas una empresa más grande o estés tú solo con tu cuota de autónomos, piensa que una de las cosas que hace que tu producto sea único eres tú. 

Si eres capaz de transmitir tu profesionalidad, si cuentas tu historia de modo que el cliente se identifique con ella, si aportas contenido y te posicionas como experto en lo tuyo, la gente puede pagar más solo porque quiere trabajar contigo

¡Ah, y muy importante! Sé majo. Quizá no seas la persona más sociable del mundo y no pasa nada. Cada uno es como es. Pero ser agradable también marca la diferencia. 

¿A qué cuando vas a tomar un café vas a donde te tratan bien, y no donde los camareros son bordes? Pues eso. 

 

3 Ten detalles con tus clientes, más allá de lo comercial

Sigo con el ejemplo de la cafetería. Hay muchas donde te dan una galletita con el café, o te ponen patatas fritas con la caña. Es una tontería, a ellos les cuesta prácticamente nada… pero es un detalle que gusta. 

Piensa en algo que complementa tu producto o servicio y que tu cliente pueda agradecer. Si vendes agendas, por ejemplo, no te va a costar mucho regalar un boli bonito para que le haga ilusión cuando lo reciba. 

O mete una nota más o menos personalizada en el paquete, o mándale un email felicitándole el cumpleaños… como te digo, muchas de estas cosas no requieren gastar dinero, sino pensar en algo que tu cliente va a valorar.

 

4 Cuida la presentación

Lo que compramos nos entra también por los ojos, así que si haces envíos cuida el packaging, la forma de entrega: usa una caja o un papel bonito, pon una pegatina con tu logo, añade una nota o un mensaje chulo… 

Y aunque sea un producto online. Por ejemplo en un curso, el contenido puede estar genial, pero si el onboarding falla, la experiencia de usuario es mala, la plataforma es cutre… todo eso le quita valor. 

 

5 Rapidez 

Como clientes lo queremos todo, y lo queremos ya. Si vendes un producto físico que se envía por mensajería, tenerlo en casa en el menor tiempo posible es un plus. 

Un ejemplo clarísimo es Amazon, la gente paga una suscripción simplemente por tener la posibilidad de recibir lo que sea en 24 horas. 

Y si puedes meter los gastos de envío gratis, mucho mejor, claro. 

 

6 Ten valores con los que tus clientes puedan identificarse 

Si tienes por ejemplo una tienda de moda sostenible, o de alimentación ecológica, es muy posible que a tus clientes no les importe pagar un poco más, porque sienten que están contribuyendo a cuidar el planeta. 

O si colaboras con algún proyecto solidario, o simplemente si tratas bien a tus empleados y haces bandera de eso… si tus valores de empresa coinciden con los de tu público, te preferirán frente a la competencia

 

7 Atención al cliente y servicio postventa

La venta no es solo cobrar y ya está. Todo lo que pasa después es súper importante si quieres fidelizar al cliente, y sobre todo si quieres que hable bien de ti. 

Tener un servicio técnico rápido, que haya distintas formas de comunicación para que escojas la que más te convenza (por teléfono, por chat, por WhatsApp…), si puedes que la atención sea 24 horas… todas esas cosas suman. 

Por ejemplo, hace poco vi la publicidad de una compañía eléctrica que presumía de que en su servicio de atención al cliente solo te atiende una persona. Es decir, quien te coge el teléfono está capacitado para resolver tu problema. Y a mí eso me convence: no tener que estar quince minutos con una musiquita machacona después de que te digan “le paso a mi compañero” es un gran argumento de venta. 

Es cierto que no todas las empresas pueden tener contratado un call center, pero aún así puedes usar por ejemplo chat bots, que son cada vez más avanzados. Puedes tener una sección de preguntas frecuentes, si tu producto necesita explicaciones puedes grabar vídeos sobre cómo usarlo… busca la forma de que tu cliente tenga la información que necesita siempre a mano.

 

8 Garantía de devolución

A veces las cosas fallan. Nos llega a casa un paquete y… bueno, no es lo que esperábamos. O hemos cambiado de opinión. O no funciona bien. Por lo que sea, ya no lo quieres. 

Da una garantía de devolución clara, si hay algún problema hazte cargo sin rechistar. Crea un proceso transparente y devuelve el dinero sin tardar un mes. Puede que hayas perdido una venta, pero casi seguro has ganado un cliente. 

Y todavía puedes ir más allá: asume errores sin que tengan que pedírtelo. Por ejemplo en telefonía, hay compañías que si te dejan sin línea por avería, te indemnizan automáticamente en la próxima factura. Eso es un puntazo, y un motivo para que los clientes confíen en ti. 

 

9 Añade un bonus.

Esto se ve mucho por ejemplo en infoproductos. Cuando compras un curso online, además del temario, te ofrecen determinados extras para complementar la formación: una masterclass de alguien conocido, acceso gratis a una herramienta o un software que te va a hacer falta, una tutoría personalizada, etc. 

En esa línea, ofrecer un bonus o un “regalito” da más valor al curso y ayuda a la compra. 

Eso es lo que yo hago, por ejemplo, en mi programa Asciende a otro nivel, ofrezco un bonus interesante que sé que la gente valora. Si quieres que te cuente de qué va, puedes apuntarte aquí a una formación gratuita donde te cuento el sistema que yo uso para aumentar la facturación de mi empresa año tras año. Estoy segura de que ya solo eso te va a resultar interesante, así que vale la pena. Y si luego quieres apuntarte al programa, ya te miras el bonus con calma. 

 

10 Programas de fidelización

Crea descuentos especiales para clientes, un sistema de recompensa por puntos, una tarjeta VIP…

Yo tengo un amigo que es capaz de hacerse más kilómetros con el coche por repostar en una gasolinera concreta. ¿Por qué? Porque le dan puntos y le invitan a un café. 

Y hay quien está dispuesto a pagar más por un billete de avión de una compañía determinada porque con la tarjeta de cliente le dan acceso a la sala VIP del aeropuerto, y eso también se valora mucho. 

Si un cliente es especialmente activo, siempre puedes premiarlo con un descuento especial, o con una venta preferente. Por ejemplo, si lanzas un nuevo producto o una actualización, haz una simple llamada de teléfono o envía un email diciendo: “te lo ofrezco a ti antes porque eres especial”. Un detalle tan sencillo puede ser una venta. 

La idea es que crees una relación especial con ese cliente, que se sienta valorado, y le ofrezcas productos mucho más diseñados para él. 

 

¿Qué te parecen estos trucos para añadir valor a tu oferta? Te he contado los que a mí me parecen más sencillos de implementar, o los más interesantes, pero hay unos cuantos más. Si tú has usado alguno que te funciona, ¿me lo cuentas en comentarios? 

La semana que viene vamos a repasar algo muy básico para los emprendedores: cómo empezar un negocio. No te lo pierdas, porque es algo muy útil tanto si empiezas desde cero como si quieres lanzar un nuevo producto o servicio. 

 

Si te ha resultado interesante este post, no te pierdas el de la semana que viene ¡Cada semana tengo posts frescos!

Hasta el próximo, muchos éxitos.