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No ganas dinero porque no quieres

No ganas dinero porque no quieres

Vengo a hacerte una pregunta de examen y quiero que contestes con sinceridad: vamos a ver, ¿por qué a día de hoy no estás ganando dinero?

Y no me digas que ya estás en ello, que tu empresa va creciendo, que ganas lo suficiente…

No va por ahí mi pregunta.

Yo me refiero a por qué no ganas MÁS. Esa cantidad de dinero con la que sueñas cuando te vas a dormir por la noche, y que luego por la mañana se te olvida porque tienes que aterrizar en la realidad.

Si estás leyendo este post es porque te interesan los temas relacionados con la empresa y con la manera de ganar dinero.

Seguramente ya has emprendido y tienes tu empresa (o si no, estás a punto).

Apuesto que has leído libros. Los que yo te recomiendo u otros. Y te has formado, y te rompes la cabeza para encontrar nuevas vías de crecimiento. O sea…

Trabajas duro, te has formado, tienes proyectos en marcha y otros por si acaso guardados en la manga… 

Pero tus ingresos no pasan de un tope. 

¿Por qué?

Hoy hablamos de mentalidad. Suena duro, pero si no ganas dinero es porque no quieres.

Mentalidad adecuada para ganar dinero

Sí, es un poco fuerte. Es muy posible que ahora mismo estés pensando “a ver, Judit, no es porque no quiera. Claro que quiero ganar dinero. Pero las cosas no son siempre como a uno le gustaría…”. Blablablá.

Bueno, vale. Quizá estás ganando dinero… pero no es la cantidad que te gustaría. 

Esa cifra, la que de verdad deseas, te la guardas para ti. Es un poco como un secreto. Algo que no quieres contar.

Y mi pregunta es… ¿por qué?

Pues porque culturalmente el dinero tiene una serie de cargas psicológicas que hemos heredado, aunque no seamos muy conscientes de ellas.

Son pensamientos asociados al dinero que condicionan, y mucho, nuestra relación con él. En psicología se llaman creencias limitantes.

Y precisamente quienes han conseguido ganar por encima de la media suelen ser personas que han sabido, primero, reconocer en sí mismos esos pensamientos. 

Y, segundo, deshacerse de ellos.

Qué son las creencias limitantes:

Las creencias limitantes son pensamientos “cliché” que nos condicionan negativamente. No los razonamos, pero los aplicamos en nuestra vida e influyen en las decisiones que tomamos.

El resultado es que nos impiden alcanzar nuestras metas, sean las que sean.

Y en torno al dinero existen un buen número de creencias limitantes que, precisamente, actúan como un lastre. 

Quizá, sin tú saberlo, no llegas nunca porque tus creencias sobre el dinero no te dejan avanzar.

¿Y si te las quitases de encima?

Para ayudarte, he dedicado el vídeo de hoy a hacer un repaso y ver cuáles son las creencias limitantes que impiden que ganes dinero, pero de verdad.

1 El dinero no importa

Ese es un pensamiento que parece que nos hace más elevados. No nos importa lo material, tenemos valores más profundos que eso…

Pues mira, no. Lo primero es reconocer que sí es importante. El dinero cubre tus necesidades y las de tu familia. Te da tranquilidad. 

¿Sabes lo que es vivir sin estar siempre pendiente de la cuenta del banco? Y al revés: ¿sabes lo que es no dormir bien porque no tienes claro si vas a poder pagar las facturas a final de mes? ¿De verdad que el dinero no importa?

Tú y yo, y todos, sabemos que sí importa. Y decir lo contrario es un pensamiento que impide que puedas llegar a conseguir tu sueño.

De verdad, no pasa nada por hablar de dinero. Es más, si tienes una empresa tienes que empezar a hacerlo con naturalidad. Yo misma, hace unos años, me puse un objetivo económico: doblar mi facturación. Y al tenerlo tan claro, y poner esa meta en voz alta, fue el primer paso para conseguirlo. 

Eso es lo que enseñamos en el Master en Negocios Rentables, a establecer Metas y trazamos un plan contigo para conseguirlo. ¿Cuánto quieres facturar con tu empresa? Si lo tienes claro te vamos a enseñar una metodología para captar clientes en piloto automático para poder facturar más. Esta vez el Master en Negocios Rentables sale con una edición especial para emprendedores, normalmente solo seleccionamos a empresas que ya llevan al menos 3 años de actividad. Pero como te decía en esta edición dividiremos dos grupos, uno para empresarios y otro para emprendedores. Hay 20 plazas para cada uno de ellos. Haz click en el botón información para entrar en la selección.

Y seguimos con creencias limitantes sobre el dinero: 

2 El dinero es para gastarlo

Porque en nuestra cultura, ser una persona ahorradora es sinónimo de tacaña.  Nos gusta más la filosofía del “a vivir que son dos días”, así que los hábitos financieros van en esa dirección. 

Si lo tengo, lo gasto. Y si no lo tengo, gasto por adelantado, a crédito.

Y así nos va.

Hay mucha diferencia entre ser un rata y medir tus gastos. 

Se puede vivir bien, pero sin derrochar.

Concederse extras, pero no todos los días.

Disfrutar de la vida, pero sin perder el control del dinero.

El hábito de ahorrar/invertir es fundamental si quieres tener dinero. Así que plantéate que no todo el dinero está para ser gastado. Y sobretodo cuando digo ahorrar me refiero a que “inviertas” no a que dejes tu dinero en la cuenta corriente y que vaya perdiendo valor mes a mes.

 

3 El dinero es el demonio

Parece un poco peliculero, pero algo de eso hay. El dinero tiene alrededor un algo de “maligno”. 

Lo que toca el dinero se pudre y se corrompe. Los temas de dinero rompen familias, destrozan amistades… Aparece la codicia, la envidia y otros pecados. El dinero es “el mal”.

Si este pensamiento se introdujo en la cultura a lo mejor es porque así la gente se mantendría alejada de él. 

Pero no es cierto (obviamente). El dinero en sí no es ni bueno ni malo. Todo depende de lo que tú hagas con él. El dinero potencia lo que ya eres… Si eres mala persona evidentemente el dinero quizá lo potencia pero si eres buena persona también va a potenciar esa parte y vas a poder hacer cosas increíbles con el para ayudar a los demás que sin este no podrías hacer.

4 Sospecha de quien tiene dinero

Algo habrá hecho, porque no se puede ser a la vez rico y honrado.

Seguramente has oído esto más de una vez, porque está muy metido en la mentalidad de las personas. 

Parece que ganar mucho dinero lleva implícito que eres un poco mafioso, alguna ley te habrás saltado… Seguro que eres mala hierba.

Esa idea preconcebida hace que, cuando vemos un caso de éxito, muchas veces la primera reacción sea pensar mal. No sabes cuantos comentarios tengo que soportar en redes de personas insinuando que he conseguido el dinero para montar mi empresa realizando cosas poco lícitas. Realmente estas personas no creen que se pueda conseguir dinero siendo honrado y por eso sueltan este tipo de comentarios sin fundamento.

Reflexiona: este pensamiento es  irracional. Hay de todo en todas partes. Hay ricos honrados y pobres corruptos. No tiene que ver con lo que hay en el banco, sino con los valores de las personas.

Y créeme, si son valores firmes no desaparecen aunque aumenten los ceros de tu cuenta.

5 Cuesta mucho ganar dinero

Eso es porque enfocamos mal la cultura del esfuerzo y aquello de “ganar el pan con el sudor de tu frente”.

Tampoco que digo que no te vaya a costar. Todo cuesta y hay que trabajárselo. Pero no de la misma forma que tus padres o tus abuelos. 

Hoy por hoy tienes más herramientas a tu disposición. Y que las utilices o no depende de tu inquietud, de tu curiosidad, de tus intereses…

Y sobre todo que te salgas del ciclo de la “carrera de la rata” de la que te he hablado en otras ocasiones. Empezarás a ver el mundo de otra manera

Y así puedes empezar a conseguir tus metas. Porque, en definitiva, todas estas creencias limitantes están para que pienses que no puedes “salir de pobre”.

Porque si de verdad piensas eso, ten por seguro que no, no lo vas a conseguir.

Así que te animo a que hagas una bola con todos estos pensamientos y los tires donde no te vuelvan a molestar más. 

Y a ver qué pasa. A lo mejor es cuando de verdad empiezas a ganar dinero.

¿Tienes alguna otra creencia limitante? Pues déjame un comentario y cuéntame cuál es y qué haces para deshacerte de ella. 

Hasta el próximo post, muchos éxitos.